Con el objetivo de discutir sobre la situación actual de los cineclubes de la ciudad, los expertos Rafael Iglesias, a cargo del cineclub de la Cinemateca del Caribe; Deyana Acosta, directora del cineclub Cayena, y Sergio Ariza, a cargo del cine club Godard, entre otros, participaron en el foro “Agenda de cineclubes en Baq”, que se realizó el pasado 15 de marzo las instalaciones de la Cineteca, sede principal del Ficbaq, que promete ser un espacio cultural que congregue a públicos de diversos matices, pero con afinidades en cuanto a sus reflexiones sobre temas cinematográficos.
En representación de la Institución Universitaria ITSA asistieron Sergio Ariza, José Bobadilla y Daniela Villa, quienes lideran la iniciativa del Cineclub Godard. “Este cineclub nace como un espacio académico de discusión y fortalecimiento de las competencias transversales de los estudiantes. Para Sergio Ariza es importante analizar al cine foro como parte fundamental de la academia”, manifestó el profesor Ariza.
Para muchos cinéfilos y cineastas, el cine es una experiencia social. Lucca Bigazzi, cinematógrafo italiano, afirma que “si no se ve una película en un cine, rodeado de un público, no se puede apreciar realmente el objetivo y la esencia de esta misma”.
Los panelistas del foro manifestaron, por su parte, que el internet pone a disposición de muchos una filmografía sin fin. Esto conlleva a que espacios como las cinematecas pierdan relevancia y, en consecuencia, público asistente en comparación con años anteriores, donde el flujo de gente era incontrolable.
Sin embargo, el espacio cultural de los cineclubes sigue siendo importante, ya que ofrece una experiencia totalmente diferente a la de un cine comercial. La retroalimentación colectiva que toma espacio al final de cada proyección refuerza la recepción e interpretación del filme que puedan hacer los asistentes.
El foro concluyó que el cineforismo, y las salas de exhibición independientes como la Cinemateca y Cámara Oscura, necesitan de una política del estado para financiar este bien público. “No hay una política pública enfocada en esto, entonces hacer gestión cultural se vuelve una tarea difícil”, señaló Deyana Acosta.